Es importante en cualquier oficio querer lo que se hace. Intentamos tomar un taxi , mi hija y yo con las dos pequeñas de 5 y 4 años, y el primer conductor dijo no podía llevar cuatro, íbamos tarde, así que las tres subieron y yo continué a pie. Al regreso, y con la idea de que siempre llevábamos a la pequeña cargada; paramos otro, quien resultó ser un profesional del servicio y atención al público. Se llama Jesús, y dejó sus estudios de ingeniería para educar a sus dos hermanas , conduciendo el legado de su padre. La amabilidad y comprensión, hicieron que prescindiera de caminar hasta mi casa, para disfrutar de una conversación con quién sabe complacer al usuario, llamado Jesús de Barcelona.
Diana Neira

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