Esta es una calificación que se gana, fruto de varias acciones que muestran preparación, disciplina, actitud y voluntad, entre otros.
Una vez sentimos que somos personas de confianza es preciso seguir contribuyendo a acrecentar esta categoría día a día. La discreción y la honestIdad como valores, contribuyen al mismo tiempo que atraen la atención de los demás despertando el interés de querer conocernos. Se abren puertas y mejora el entorno personal y laboral.
Con un sólo error se puede perder, es sensible y frágil, hay que cuidarla y alimentarla.
La tarea de recuperar una confianza perdida, es difícil y así se haga, la imagen posterior
resulta afectada.
Los efectos positivos son valiosos, cualidades cómo la lealtad y la fidelidad se dan espontáneamente.
El querer ser merecedor involucra la expresión facial, el lenguaje corporal, el hablar y la imagen personal. Personas que son escandalosas o rompedoras en algún sentido, difícilmente podrán tener credibilidad.
DIANA NEIRA
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