Lo que cuesta es lo que más gusta: cuando poco a poco damos pasos que significan esfuerzos, empezamos a presenciar el efecto, y esto mueve e impulsa para crear más. Con el paso del tiempo, los días transcurren con más velocidad nos parecen más cortos, a menudo se nos confunden, pasa lo mismo con las horas, y los números. También ocurre que al disfrutar nos preocupemos porque se me va a acabar lo que estoy viviendo: nos gustaría prolongarlo, estirarlo. Lo bueno por mucho que sea siempre encierra algo que no lo es tanto, conviene valorar lo que tenemos en lugar de quejarnos por lo que nos falta. Acostumbro a pensar, que lo vivido y gozado, es mío, sólo yo lo he experimentado así.
DIANA NEIRA
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