Las relaciones humanas, están llenas de sorpresas, amigos de mucho tiempo, sufren cambios que terminan minando la relación.
Me gusta mantener contacto con las personas que aprecio, y lo hago según los patrones que hemos establecido a través de la relación , respetando estados de ánimo y estando consciente de los límites, sin embargo a veces se presentan cambios imprevistos, que sorp afectan, entristecen y llevan a cambiar la dinámica de la amistad..
Cuando se hacen planes, y la comunicación es efectiva, si en algún momento nos arrepentimos y deseamos dejarlos, acostumbro a comportarme con delicadeza y franqueza.
Así me había ocurrido con esta persona, sin embargo, concertamos una cita por la noche me significaba un esfuerzo peculiar ya que yo debía desplazarme a un lugar retirado, a dónde había mucha gente, se interrumpió el tráfico y tuve que caminar el último trayecto de un kilómetro entre arena y barro. Le informé y quedamos de encontrarnos, en un lugar determinado, llegué y no lo vi había mucha gente y su teléfono según él no funcionó; yo había pensado que se había quedado sin batería; permanecí largo rato tratando de encontrarlo, él no hizo lo propio. Ví el espectáculo hasta el final, y cuando regresaba andando a los quince minutos me llamó, dijo algo le ocurrió con su móvil, le respondí sin reclamos , el sabía que yo estaba en la puerta del restaurante ¿ por qué no se interesó en ubicarme?
Me dió un plantón...
DIANA NEIRA
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